El siguiente paso será decidir qué estrategia es más conveniente en función de estos objetivos que la empresa ha marcado, y para poder llevar a cabo todos estos procesos, es necesario que exista estrecha relación entre todos los departamentos de la empresa, a fin de poder tomar las decisiones más acertadas sobre la gestión del producto, el precio, la distribución y la comunicación.
En lugar de pensar en qué producto se puede producir, se trata de definir qué solución se le puede dar al cliente para cubrir sus necesidades. Esto significa personalizar más los productos, y alejarse de los productos homogéneos.
Más allá de evaluar los costes de producción y determinar su precio de venta, la empresa analizará cuál es el coste real para el cliente.
Es necesario facilitar al cliente el acceso al producto. ¿Cuáles son los canales que tiene el cliente para adquirir el producto? ¿Es fácil ponerse en contacto con la empresa para recibir información o sugerencias? Internet puede ser una respuesta para facilitar el acceso a la información y la compra.
Los consumidores están cansados de la comunicación de masas. Esperan una relación más estrecha con la empresa en la que sólo reciban información de lo que les interesa, en este sentido es muy importante una comunicación más directa y selectiva, que añada valor a las relaciones y que no incomode al cliente.
¡Todo esto se puede conseguir si se trabaja con los mejores programas de gestión, como los que ofrecemos desde Micrològic, los que permiten transformar los datos en información que al mismo tiempo posibilita avanzar y tomar decisiones inteligentes!