Para poder definir los objetivos empresariales es necesario tener claro que se pueden definir según dos parámetros, uno es la jerarquía, y el otro la naturaleza.
Cuando se definen los objetivos según la jerarquía hay que tener claro que pueden haber estratégicos, que marcan hacia dónde debe ir la empresa, tácticos, que indican lo que hay que hacer para poder llegar, y operativos, que nos indican cómo plantear cada etapa.
A la hora de definir los objetivos de la empresa según la naturaleza, debemos tener bien claro que existen los cuantitativos, que tal y como su nombre indica se pueden cuantificar, y poder ser incrementar la participación en un mercado, aumentar la rentabilidad o volumen de ventas, mejorar el nivel de satisfacción y/o fidelización de los clientes, aumentar la cobertura de distribución, los beneficios, etc.
Por otra parte, los objetivos cualitativos definen metas que tienen más que ver con el branding y el posicionamiento de la organización, y pueden ser por ejemplo aumentar la notoriedad y mejorar la imagen de marca de un producto o servicio, o reposicionar la marca, o conseguir una posición relativa en un mercado, o la dimensión mínima necesaria, etc.
Es muy importante que a la hora de definir y redactar estos objetivos se tenga en cuenta que deben ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y con una temporalidad concreta.
Cuando la empresa haya definido sus objetivos tendrá mucho más claro todo lo que hay que hacer para poder conseguirlos, y esto quedará definido con una estrategia concreta, que será como el camino que habrá que tomar para poder conseguirlos, y para hacer -lo será muy importante contar con los mejores softwares de gestión empresarial, como los que tenemos en Micrològic, ¿quiere más información?