Un CRM puede ayudar a fidelizar y mejorar la relación con los clientes, facilita los procesos de comunicación y ventas, ayuda a optimizar el tiempo, aporta información de gran valor, mejora la gestión de las ventas online, y puesto que lleva integrado un software ERP aumenta su funcionalidad, por ejemplo enviando e-mails, y optimizando toda la información de la que se dispone.

Esta integración permite interactuar con los clientes y también los potenciales, comunicarse efectivamente con ellos y realizar un seguimiento. También se pueden controlar contactos, operaciones realizadas, estadísticas, etc. También puede optimizarse mejor el tiempo gracias a la integración con Google Maps y la gestión de rutas.

Con un CRM es posible mejorar el servicio, ya que se pueden comunicar ofertas, avisos o promociones a los clientes, mediante el envío de SMS y mailing, de forma que se puede planificar la agenda de la empresa, gestionar horarios, festivos, personal necesario, etc.

Otra funcionalidad muy importante de un CRM es que permite conocer mejor a los clientes, ya que se puede tener acceso a una serie de datos que muestran cómo es cada cliente, y cuál es la mejor forma de interacción; de modo que sea posible adelantarse a sus necesidades, establecer filtros, ventas cruzadas, etc.

Trabajar bien un CRM también implica que toda la empresa, tanto la dirección, como el personal, trabajen en la misma dirección para nutrir la base de datos, con informaciones importantes y útiles, que ayuden a entender mejor al cliente y por tanto poder darle también un mejor servicio.

Si se tiene en cuenta que "la información es poder", toda la que se puede obtener con un CRM, permitirá crear grandes estrategias de marketing, que aumenten la interacción, el conocimiento y que estén directamente enfocadas a conseguir objetivos como un aumento de las ventas.