Se pueden distinguir distintos tipos de estrategias:
- Estrategias comerciales básicas: Diferenciación, liderazgo de costes y especialización.
- Estrategias según el ciclo de vida del producto: introducción, crecimiento, madurez y declive.
- Estrategias según su posición competitiva en el mercado: Líder, reptador, seguidor y especialista.
- Estrategias de crecimiento: Penetración del mercado, desarrollo de producto, desarrollo del mercado y diversificación.
A partir del análisis de las posibilidades de la empresa y de las condiciones del mercado, debemos definir y decidir cómo queremos conseguir los objetivos marcados, y por tanto cuál será la estrategia más adecuada a seguir.
¿Queremos atraer a los consumidores por nuestra calidad extraordinaria y marcar un claro valor añadido, o bien queremos destacar por precios bajos, y ser los más baratos del mercado? También podríamos dedicarnos a un segmento muy concreto y convertirnos en el referente, ofreciendo exactamente el producto que quieren, casi creándolo a medida.
Por eso, podemos hablar de tres estrategias básicas: estrategias de diferenciación, de liderazgo en costes o de especialización.
- La estrategia de diferenciación consiste en conseguir que nuestro producto sea percibido de forma diferente al resto, que se considere único y exclusivo, ya sea porque tiene atributos reales diferentes o porque el consumidor los percibe de forma diferente.
- La clave de las empresas que aplican estrategias de liderazgo en costes está en poder producir a bajo coste, y por tanto ser de las más baratas del mercado.
- Finalmente, las estrategias de especialización en un segmento de mercado consisten en concentrar la actividad del negocio en un segmento determinado, ya sea un área geográfica, un grupo de clientes, etc.
Sea cual sea la estrategia que la empresa decida seguir, necesitará programas de gestión, como los que ofrecemos a Micrològic, que permitan analizar y gestionar correctamente todos los datos de la empresa, ¡para poder tomar siempre las decisiones más acertadas!