Es voluntario. La empresa o profesional puede decidir acogerse al sistema Verifactu o no hacerlo.
Bajo el punto de vista de muchos expertos, la mejor opción es acogerse voluntariamente a Verifactu, ya que al hacerlo en cierto modo el emisor está dando a entender tanto a sus clientes como a la Agencia Tributaria, que actúa con total transparencia y legalidad en las obligaciones fiscales que conllevan la emisión de facturas y que por tanto no tiene nada que ocultar.
El hecho de no hacerlo puede generar sospechas, tanto a los clientes como a la Agencia Tributaria, porqué no hay ningún motivo por el cual una factura no pueda ser comunicada a Hacienda en el momento de su emisión. Además, los requisitos que deben de cumplir las aplicaciones utilizadas por las empresas que no se acojan a Verifactu, son mucho más exigentes, llegando hasta el nivel de tener que registrar todas las operaciones que hace un usuario o incidencias que puedan producirse en el sistema informático, ya que en caso de inspección deberán de demostrar que no se ha producido ninguna manipulación de las facturas una vez se han emitido.