El objetivo que se pretende alcanzar al establecer la obligatoriedad de incluir un código QR en las facturas emitidas es incluir una herramienta más para luchar contra el fraude fiscal, ya que a través del código QR el cliente podrá comprobar la autenticidad de la factura, es decir, leyendo el código QR podrá consultar a la Agencia Tributaria si los datos de la factura del cliente concuerdan con los datos que el emisor de la factura ha declarado.